Los ganadores fueron por mejor tesis y mejor investigación.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entregó el premio “Francisco de la Maza 2011” a cuatro miembros de la comunidad nicolaita: por la mejor investigación, Catherine R. Ettinger; mejor tesis de doctorado, Juan Alberto Bedolla Arroyo; obtuvieron mención honorífica de tesis de doctorado y maestría, Luis Ignacio Gómez Arriola y Cristina Urias Espinoza, respectivamente.
Entrevistados al respecto, los galardonados reconocieron el importante apoyo que recibieron por parte de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), lo que influyó para lograr el éxito en sus respectivos trabajos de investigación, basados en el tema de la conservación del patrimonio arquitectónico y urbanístico.
La doctora en arquitectura, Catherine R. Ettinger, quien obtuvo el premio a la mejor investigación con el trabajo “La transformación de la vivienda vernácula en Michoacán. Materialidad, espacio y representación”, manifestó su beneplácito por recibir este reconocimiento de una entidad externa a la Universidad Michoacana.
Precisó que personalmente es muy grato que se reconozca el trabajo de los investigadores, en este caso de la Facultad de Arquitectura, porque permite a las diferentes dependencias que los apoyan como el Conacyt, Coecyt, gobierno estatal y la propia Universidad Michoacana constatar que el trabajo que realizan los investigadores es de calidad y prueba de ello es que le va muy bien cuando son evaluados de manera externa.
Respecto a su proyecto de investigación, en el que se aborda el cambio de la arquitectura tradicional en los poblados históricos, comentó que fue un trabajo en el que colaboraron muchas personas e incluso permitió que varias de las que participaron obtuvieran los méritos para lograr su titulación de licenciatura y una tesis doctoral del coordinador del proyecto, Salvador García Espinosa.
En este trabajo se abordaron temas como el de la migración, “porque estamos siendo testigos de la destrucción de los poblados históricos, cómo la gente cambia sus casas y qué los motiva a cambiarlas”.
A través de entrevistas con las personas, explicó la investigadora, fue posible encontrar que existen diversas razones por las cuales las familias deciden ya no construir sus viviendas de la manera tradicional, tales como el hecho de que ya no hay madera para construir trojes, no hay quién conozca la forma de preparar el adobe y otras causas relacionadas con el costo y disponibilidad de material o que las personas desean mostrarse modernas o diferentes a los ojos de los demás a través del diseño que eligen para sus viviendas.
Juan Alberto Bedolla Arrollo, ganador del premio por la mejor tesis de doctorado, por el trabajo “Caracterización física mecánica de los morteros de cal apagada. Propuesta de morteros según su uso y función ante los agentes comunes de deterioro”, actualmente se desempeña como secretario académico de la Facultad de Arquitectura.
Entrevistado al respecto, el ganador del premio precisó que este trabajo surge a raíz de un vacío que se ve en la práctica profesional de la restauración sobre el conocimiento técnico constructivo de los morteros elaborados a base de cal apagada. Material que históricamente se utilizó para la construcción de los inmuebles.
Precisó que el trabajo consiste en tres etapas, la primera de ellas aborda los antecedentes históricos del uso y proceso de apagado de la cal viva, que artesanalmente se utilizó durante muchos siglos; la segunda es la comprobación física mecánica a través de estudios de laboratorio, análisis y pruebas mecánicas y aplicación del material en muestras de laboratorio; y la tercera es la aplicación de esta propuesta de morteros con dosificaciones ya experimentadas en edificios históricos.
Otra de las condecoraciones fue la mención honorífica por la tesis de doctorado a Luis Ignacio Gómez Arriola, por su trabajo “La arquitectura del Tequila. Lectura de los espacios para la producción del vino mezcal del tequila. El impacto de la evolución de los procesos de elaboración en el espacio productivo siglo XVI-XXI”.
También, se otorgó mención honorífica por tesis de maestría a Cristina Urias Espinoza, por su trabajo: “Arquitectura Misional de la Compañía de Jesús en la Provincia de Sinaloa siglos XVI –XVIII Procesos de hibridación”.
Precisó que se siente muy satisfecha con este reconocimiento que seguramente se otorgó por la singularidad de este tema que además de ser muy original, es pionero en su tipo ya que se basó en edificios que ya no existen, lo que implicó un arduo trabajo de investigación de archivo.
Fuente: http://www.mimorelia.com
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